Una vez.
Déjame ser una vez,
porque solo soy contigo,
y si no es contigo, no seré,
porque he de ser conmigo,
como quiero ser contigo.
Me he destruido en este abismo de encontrarme,
y es que amarte me dió la esperanza de mejorarme,
de construirme con lazos de cariño
de mirar a los ojos del niño con llanto de aliño.
Soy un sordo entre voces que me dicen que te olvide,
que me resigne a recordar lo que fuimos y me diste,
un ciego de los agujeros del camino, de los timos del destino,
soy de los vivos que mueren por estar contigo.
Déjame ser una vez,
porque solo soy contigo,
y si no es contigo, no seré,
porque he de ser conmigo,
como quiero ser contigo.
Heme aquí, moribundo pues, arrastrado por el corazón,
cansado de la razón y los consejos estándares,
que solo harían colocarte en mi palmarés,
mas no en mi palma, no lo ves.
No quiero un fugaz tránsito a la caída,
quiero una vida compartida,
ver mi mejor yo, y tu mejor tú en una batida,
en una mezcla desbordante de cariño incomprendido.
Déjame ser una vez,
porque solo soy contigo,
y si no es contigo, no seré,
porque he de ser conmigo,
como quiero ser contigo.