Silencio en la Sala.

Tachón.

Un terremoto rajó mi superficie lisa,
y la prisa al pisar un escalón roto,
me cree rojo bajó mi piel de tenista
con un zigzag lateral eterno y loco.

Si el aire toca mi apertura, duele y se
fue loca mi idea ingenua a ponerle un parche,
pero aunque la hache es muda ocupa un hueco importante, y la solución ve
delante, pero no, está encima del viajante.

Pero antes, no después, es complicado,
y después, no antes, es limitado,
el hielo se derrite,
las huellas se borran,
las horas se pasan,
lo hecho se acaba.